Estudiantes de nuestra escuela fueron recibieron el Primer Premio en Poesía y Primer Premio en Narrativa en el 23° Concurso organizado por el COPSEE Sexualidad, salud y derechos. Las producciones fueron realizadas bajo la orientación del Profesor de Taller de Producción Literaria, Martín De Souza.
Lara Santos, Martina Lizarraga, Rosario Cottier y Prof. Martín De Souza |
Primer Premio (Género poesía)
23° Concurso “Sexualidad, Salud y Derechos” (Copsee)
Amor propio
Primero uno se ama y después ama.
Te
acariciaban las sábanas
el sol
te abrazaba
despertabas
como cada día
con
ojeras en la cara
y ni un
resto de sonrisa.
A veces
siento que no te merezco
y hasta
el día de hoy repudio
haberte
mantenido siempre
escondida
de la lluvia,
del
viento, de las flores, de la vida.
Me
deshace la culpabilidad, la tristeza
de no
haberte hecho sentir
que las
flores tienen perfumes reales
que el
ser más pequeño tiene un fuerte latir
Lamento
haberte prohibido, ocultado
bajo
tantos trapos.
Hoy me
encuentro lamentando
no
haberte disfrutado.
Oculté
tu aroma en miles de perfumes
tu esencia
subestimé.
Aquí
estoy mirándome, mirándote en el espejo,
y me
encuentro con la respuesta
que
aterriza sobre mis ojos.
Debo ser
yo la que elija cómo ser mirada
y es así
que por fin me despojo de tanto brillo
que sólo
esconde lo más natural de mí.
Ahora me
siento bella.
Rosario Cottier
Primer Premio (Género narrativa)
23° Concurso “Sexualidad,
Salud y Derechos” (Copsee)
Tomalo
como venga
Soy
un chico normal que la sociedad quiere que vista como mujer, ¿entienden?, como
algo que no soy, algo que no me siento.
Me
miro al espejo y veo un chico con el cabello corto, vestido con ropa más grande
que yo y muy apuesto, quizás.
Mis
amigas, las únicas que tengo, me apoyan, me quieren, me cuidan, pero no es así
con todos; todos me juzgan sin saber lo que soy o mi historia. Yo no hablo
mucho y siempre ando con la cabeza mirando al suelo, pero puedo sentir sus
miradas, pensando cosas como "¿Por qué no viste como una niña?"
"¿Qué se cree ése, niña?".
Bueno,
en realidad, soy mujer, tengo 16 años y me mandan al psicólogo por mis
"locas ideas" de querer ser un niño, o por lo menos aparentarlo. Pero
hasta el psicólogo dice que es completamente normal, o que solo soy un niño que
nació con cuerpo de mujer; ya sabés, mamas femeninas y vagina.
Quisiera
que la gente me comprenda, me diga "oí, te entiendo, perdón".
Sufro
burlas, insultos, "bullying" se podría decir. La gente me golpea
físicamente y sentimentalmente porque no puede comprender que es MI cuerpo, MI
lugar y que a ellos en realidad no los afecta; pero les da asco que alguien sea
diferente.
Estoy enamorada, perdidamente enamorada de una chica, es un chica como
todas, la observo cada vez que tengo oportunidad, sin que se dé cuenta, obvio.
Es hermosa, es lo más lindo que he visto. Jamás le hablé, creo que no sabe de
mí. Me tendría asco, claro, como todos.
Siempre me pregunto si me ha visto alguna
vez, por casualidad o como sea. Y si lo
hizo: ¿qué pensará de mí? Quizás, solo quizás, sea diferente. Quizás me ame por
lo que soy, quizás…
Quizás algún día seré un hombre perfecto.
Martina
Ailén Lizarraga
Primer Premio (Género Narrativa)
23° Concurso “Sexualidad, Salud y Derechos” (Copsee)
El
lugar que habito.
“mi cuerpo,
mi lugar”
El
cuerpo es la carta de presentación para un adolescente… es una etapa llena de
prejuicios, sobre todo con uno mismo. Para muchos, la apariencia lo es todo. A
lo mejor, están tan llenos de nada que no tienen otra cosa en qué preocuparse;
como también puede ser que lo que les falta como personas quieren tenerlo en lo
material. Nos dejamos influenciar por los medios y eso nos afecta a la hora de
elegir nuestro comportamiento, tanto en las cosas simples del día a día como en
actos que muchas veces traen consecuencias, y no siempre son las esperadas.
Nos gusta pensar que todavía no estamos ni a
mitad del camino, que hay tiempo para corregir los errores… ahora solo hay que
divertirnos. ¿Por qué no podemos pensar en forma responsable? El cuerpo no es
algo que pueda reciclarse.
Podemos
decorar nuestro cuarto como queramos para sentirnos cómodos y sorprender a
quien lo visite; pero lo importante no es el color de las paredes sino lo que
hay entre ellas. Lo mismo pasa con
nuestro cuerpo, podemos llenarlo de piercings, taparlo con maquillaje y
vestirnos como queramos, aunque eso no siempre reflejará lo que uno es por
dentro; y, al igual que nuestro cuarto, nuestro cuerpo es nuestro lugar: no
debemos dejar entrar a cualquiera…si no cuidamos de él, nadie lo hará por
nosotros.
Uno
puede mudarse de cuarto, redecorarlo a medida que crecemos e ir cambiando de
gustos; el cuerpo también cambiará con ellos. Sin embargo, no podremos mudarnos
de él: tenemos un solo cuerpo que será nuestro toda la vida. Cada decisión que tomemos sobre él nos
acompañará para siempre.
Lara Victoria Santos
Los textos fueron publicados este año 2015 en la Revista de la Asociación Artes y Letras de Esteban Echeverría, dirigida por el señor Roque Soria.
Lara, Martina y "Charo" junto a Roque Soria |